Ya no existe el Rock n' Roll

El tono del móvil suena, corro hacia el tarareando su música.
- ¿Que pasa?
- Este finde marcha y jaleo, 30 euros de momento bastarán.
- ¿Treinta euros?
- Sí, que somos muchos.
Treinta euros y no es el fin de semana que más dinero han calculado necesario para pasarlo bien. Alcohol, litros y litros de alcohol en algunas ocasiones a botella por cabeza se han estimado esenciales para pasar un buen fin de semana. Por supuesto fuera aparte cada uno se ha autoabastecido de la suficiente nicotina que su cuerpo necesita un día de marcha, casualmente siempre se queda corta. Algunos, supongo que los que más se deben de aburrir y no tienen suficiente con estos alicientes que se proporcionan, van más allá y eligen de compañera de juergas a..., no recuerdo bien su nombre pero creo que terminaba en -ína, familiar de la María pero dicen que tiene aún más aguante que ella.

Yo con treinta euros voy a cenar, me tomo alguna que otra copa, pero siempre intento mantener el frescor suficiente para poder disfrutar de mis amigos, de sus charlas, de sus inquietudes y de sus locuras. Amigos con los que no hace falta perder el equilibrio para pasárselo bien con ellos. Mi risa es auténtica. Quizás nuestra generación haya olvidado los buenos tiempos en los que tu madre te daba 20 duros y flipabas porque tenías para unos cuantos paquetes y alguna gomita, te sentabas en un banco corriendo porque nunca cabíais todos. Y te daban las tantas en el mismo lugar, con la misma gente y con las mismas chucherías.

Sexo y drogas ya el Rock n' Roll no es necesario para evocarlas, ha sido sustituido por el vodka, la cerveza y el ron.

Y nadie me escucha

Hace un par de semanas mientras trabajaba, mi cámara y yo pasamos por una plaza con el micro en la mano y el objetivo en hombro. Alguien nos impide el paso y nos ruega atención, el reflejo de un hombre que en su día había sido un trabajador más quizás padre de familia, quizás marido de su casa o simplemente amigo de sus amigos, sea lo que fuere ya apenas quedaba de ese hombre en el cuerpo del tipo que nos truncó el camino.

Insistente y repetitivo rogaba un minuto de atención, una secuencia de cámara para que alguien quien sea, sea porfin consciente de que esto no puede seguir así. A pesar de su insistencia que rozaba el agobio y la pesadez, sus palabras no eran locuras ni delirios de un indigente borracho al que miramos de reojo cuando nos pide alguna moneda en la calle. "Por favor que alguien me escuche, he ido a la Cruz roja y a otros lugares de ayuda y nadie me escucha".

La economía del despilfarro nos ha llevado a esta situación, nos cansamos de echarle el muerto al gobierno de turno, sin ver que el mundo entero está sumido en el descontrol. Todos hemos puesto nuestro grano de arena, endeudándonos hasta la muerte por posesiones que actualmente tienen menos valor que nunca. La crisis de la humildad, se han criado a generaciones en el lujo y el consumismo a destajo, y todo esto pasa factura, o si no que se lo digan a mi amigo el indigente que ni él mismo se acuerda del nombre por el que le llamaban cuando tenía hogar y trabajo.

Amnésicos somos todos

El otro día ví un documental sobre la transición española y me emocioné. Me emocioné porque España estaba unida hacia un mismo camino, la democracia. Hace sólo 30 años de la aprobación de nuestra constitución y ya nos hemos olvidado de luchar, de tener ideales, de creer en algo; nos hemos acomodado porque podemos divorciarnos y hablar de lo que queramos ¿ya está?.

Los jóvenes de ahora no votan, dicen que para qué si mienten todos los políticos, no van a manifestaciones, dicen que para qué si pueden salir a tomarse algo en ese tiempo; son las consecuencias de la vida fácil, de que antes de abrir la boca ya lo tenían. Lo más alarmante de todo es que luego se enganchan a un reality show y gastan lo que sea para votar a su freak preferido, y sin embargo no son capaces de ir a votar a su gobernante. Qué verguenza ver hace 30 años la lucha de un país por la democracia para que ahora la nueva generación, venga y la desprecie como si un objeto inútil fuera, no quisiera generalizar ya que yo pertenezco a esta generación que es lo que me ha servido para ver hasta que punto este pasotismo electoral. Que poca memoria histórica tenemos, no queremos que el pasado marque nuestra forma de vida pero siempre debe recordarse para que los sacrificios y los valores de otras personas que sí lo pasaron mal y lucharon por un cambio no caigan en el olvido.

Sarah Palin, una joyita

Sara Palin, número dos de John McCain y gobernadora de Alaska. Este es el perfil de una mujer que, sin darnos cuenta, ha pasado de ser una auténtica desconocida a aparecer todos los días en los medios de comunicación, quitándole protagonismo al propio Obama, ¿marketing? juzguen ustedes mismos.
El día 11 de Septiembre esta gran política concedió una entrevista para la cadena ABC, en dicha entrevista Palin declaró que había que vigilar a Rusia y la respuesta a la pregunta de si declararía EE.UU la guerra a Rusia fué: "Quizá sí, quiero decir, ése es el acuerdo cuando eres uno de los aliados de la OTAN. Si otro país es atacado, tienes que esperar que te pidan ayuda".
Se ve que existen aún políticos hambrientos de una guerra mundial, ya antes existió esta "hambruna" en el periódo de entreguerras allá por el año 1919. Parece mentira que no aprendamos de nuestros errores, se nota que el hombre siempre tropieza con la misma piedra ya no nos acordamos de los campos de concentración, de la dictadura o del propio muro de Berlín fruto de la Guerra fría que creiamos terminada, pero no es así y aqui tenemos a Sarah Palin para recordárnoslo. Ella, a favor de la pena de muerte y de las armas y sin embargo antiabortista, en contra de la educación sexual pero a favor de la abstinencia sexual hasta el matrimonio (parece que a su hija Bristol se le olvidó enseñárselo), cazadora desde pequeña, en contra del matrimonio homosexual... vamos una auténtica joyita a servicio del mundo.